8 de mayo de 2010

Desahogo

Esto de andar... bajo cada siguiente luna

arrastrando mis penas tras mis pasos,
dejando los trozos de dudas en el pavimento,
realmente no sirve de nada.
Porque como el asesino vuelve al lugar del crimen,
así volveré yo, a recoger esas eternas memorias
que esperan apaciblemente mi regreso,
y al tenerlas de nuevo pesando otra vez en mi ser,
buscare la oscuridad.

E ingenuos de poca vida, los que aun creen,
que la oscuridad es la nada, la ausencia de todo,
porque ella es perseguidora, cómplice y reina,
de lo mas añorados secretos jamás compartidos,
que se escabullen en los rincones,
ya que envuelve entre sus sabanas,
a los que en su momento hacen lo querido y no lo debido.

Y ya encontrándome rodeada de toda su magnificencia
desatare de una por una las penas, las culpas y miedos
les quitare las ataduras y las dejare que me rodeen
como un torbellino de viento frio,
no contendré las lagrimas de desahogo,
quienes con ansias habían esperado el tiempo de su libertad.

Al final, de este no tan breve momento,
regresare a buscarla protección de la luz de la luna,
sabiendo que por el momento estare tranquila,
hasta que llegue la hora de un nuevo momento de... desahogo.