15 de mayo de 2010

girar

Giraba...
girando en mi silla
y sobre mi el cielo estrellado
fue partiendoze en pedazos.

Explosiones rojo y negro
de las estrellas que iban muriendo
y los destellos azules, anunciando
el nacimiento de nuevas de ellas.

Fui perdiendo el suelo bajo mis pies
quienes flotaban tan rapido como yo... giraba
la musica fuerte, que provenia de mi interior
latido, tras latido, tras latido.

Y derrepente la lluvia...un diluvio
gotas y gotas comenzaron a caer como cascadas
de mi rostro, bañando mi cuerpo entero,
inundando el espacio vacio
sofocando la musica del corazon.

Por ese instante no hubo nada solo silencio.

Deje de girar, puse los pies en el suelo
y ahi estaba de nuevo... mi silla
techo y suelo otra vez,
pero todo es mas facil cuando giro.

Y ella comienza dar vueltas ... otra vez.

8 de mayo de 2010

Desahogo

Esto de andar... bajo cada siguiente luna

arrastrando mis penas tras mis pasos,
dejando los trozos de dudas en el pavimento,
realmente no sirve de nada.
Porque como el asesino vuelve al lugar del crimen,
así volveré yo, a recoger esas eternas memorias
que esperan apaciblemente mi regreso,
y al tenerlas de nuevo pesando otra vez en mi ser,
buscare la oscuridad.

E ingenuos de poca vida, los que aun creen,
que la oscuridad es la nada, la ausencia de todo,
porque ella es perseguidora, cómplice y reina,
de lo mas añorados secretos jamás compartidos,
que se escabullen en los rincones,
ya que envuelve entre sus sabanas,
a los que en su momento hacen lo querido y no lo debido.

Y ya encontrándome rodeada de toda su magnificencia
desatare de una por una las penas, las culpas y miedos
les quitare las ataduras y las dejare que me rodeen
como un torbellino de viento frio,
no contendré las lagrimas de desahogo,
quienes con ansias habían esperado el tiempo de su libertad.

Al final, de este no tan breve momento,
regresare a buscarla protección de la luz de la luna,
sabiendo que por el momento estare tranquila,
hasta que llegue la hora de un nuevo momento de... desahogo.

6 de mayo de 2010

antifaces


Todos se quitaron sus mascaras
y ella se dio cuenta,
de los monstros entre los que se encontraba,
que los modales, las ropas y los antifaces
eran solo disfraces, que trataban de disimular
la podridez de su alma.

Sintiose asqueada de los besos de falsa cortesía
quizo arrancarse de la piel las caricias hipócritas
todo le daba vueltas, garras, colmillos...

Pero entre la multitud, encontrose entonces
con las mascaras menos adornadas,
con las ropas poco ostentosas
y bajo ellas, los rostros más perfectos.